
En una publicación descubría lo importante que era seguir alimentando las relaciones que teníamos aunque uno supiera que pronto dejaría de verles por un tiempo eventualmente indefinido; también, incluso, lo importante que era el crear nuevas... ¿Pero qué pasa con aquellas que quedaron truncadas? ¿Que pasa con aquellas que se vieron detenidas en el tiempo tras una absurda pelea? Si el saber que luego de determinada fecha la posibilidad de verles -aunque sea por casualidad- dejará de existir, ¿qué hacer?
Esto se me presentó de forma inesperada, cuando sin tener en cuenta que me iba, decidí juntarme con una de aquellas personas que el orgullo se empeñaba en castigar con la ignorancia. Esa tarde de Diciembre decidí llamarla:
- ¡Hola!...