Buscar las alforjas en Uruguay no fue sencillo. En cuanto local preguntábamos no dábamos con las alforjas indicadas: o tenían muy chicas o simplemente no tenían.
- Somos muy pocos, acá no hay mercado -dijo un vendedor; y agrega- quizá encuentren en Buenos Aires
Así que investigamos en Mercado Libre qué tanta variedad había en la vecina orilla. Los resultados no eran demasiado alentadores, pero aún así eran mejores que acá, así que decidimos ir hasta allá. Ahora había que comprar los pasajes:
- No se preocupen, gurises, yo tengo dos pasajes y no creo que vaya a poder ir. Vayan el Danny y vos
- Pa, Germán -digo perplejo ante el generoso gesto de mi amigo-, te los pagamos, boludo, decime cuánto te salieron
- No, no, Diego, dejalo así
-...