
Escribo tranquilo y sin nervios mi identificación y contraseña en la página de Bedelía de Facultad. Mi nombre apareció inmediatamente al lado de la asignatura que había dado y un "Aprobado" trataba de alentarme. "Bien" me dije, cerré el navegador y me fui a trabajar. En el camino recordaba todas aquellas veces que había estado frente a una situación similar: los nervios, los miedos, y luego, el "Aprobado" aquel que me hacía saltar de la silla como si hubiese accionado en ella un resorte. Pero esa vertiginosidad se había ido, y hacía un tiempo ya que el salvar un examen no se sentía más que un trámite.
En el último tiempo me había estado yendo bastante bien, sobre todo en la materia anterior, la cual había hecho que retomara un poco el...